Por Orna Ben Dor
Traducido por: Nuria Nuñez Pascual
Este ensayo examina el establecimiento de un cuerpo, al que denomino “Cuerpo Funcional” que es en realidad un “cuerpo físico-etérico expandido”. Hablaré de la justificación de su existencia, su ética, los procedimientos que permite promover, su relación con la biografía individual y, por último, de las razones para su disolución.
Si observamos el cuerpo físico individual de un ser humano veremos que es un organismo en sí mismo. El cuerpo físico humano está compuesto de miembros y diversos componentes que actúan como una entidad única en beneficio del conjunto, en el que cada parte y miembro desempeña la función que le ha sido asignada y para la que está especializada.
El cuerpo físico se crea principalmente durante el primer septenio, tras el cual crece y alcanza su punto álgido (33 años), y luego comienza su declive y decadencia hasta que finalmente muere.
Durante el curso vital de una persona, se crean cuerpos no físicos adicionales que sirven como “organismos” por derecho propio.
Cuerpos Funcionales similares pueden encontrarse en la naturaleza, en las colmenas y las comunidades de hormigas. Una colmena es un buen ejemplo de un “cuerpo” compuesto de seres vivos (las abejas) que repetidamente cumplen sus funciones específicas al servicio de un organismo mayor (super organismo). Bastante similar a los glóbulos blancos del cuerpo humano. La abeja individual no posee un instinto de supervivencia. Cada abeja individual se “sacrificará” en caso necesario para salvar la colmena.
Ejemplos de Cuerpos Funcionales creados por los seres humanos son: la familia, los organismos autónomos y autárquicos como un kibutz, una comunidad, un estado, un ejército o un lugar de trabajo, y cualquier estructura cerrada que se sostenga a sí misma y se defina a sí misma como un “Cuerpo”. En todos estos grupos, el individuo forma parte de una estructura mayor y a menudo se le puede exigir que se sacrifique, simbólica o físicamente (por ejemplo el servicio militar) en beneficio del organismo mayor. Cuando los “miembros del cuerpo” (los humanos) se desvían drásticamente de las necesidades y normas de ese cuerpo, éste puede rechazarlos, desterrarlos o incluso exterminarlos. Por ejemplo, algunas familias rechazan a sus hijos en casos de disputas religiosas, homosexualidad, conversión religiosa y otros. En casos extremos, estos miembros excomulgados son incluso asesinados, como en el caso de “asesinatos por honor familiar”.
Las características de un Cuerpo Funcional son:
El cuerpo funcional, al igual que el cuerpo físico, tiene características específicas:
- División jerárquica de tareas (a menudo compuesto de un “jefe” y “trabajadores”).
- Sistema repetitivo predeterminado, que funciona inconscientemente.
- Falta de interés en las necesidades individuales.
- Insensibilidad a la individualidad de las diferentes “partes”, a menos que sirvan al interés colectivo.
- Cuerpo mecánico que se esfuerza por repetirse eternamente.
Importancia y Necesidad de los Cuerpos Funcionales
En su libro “Armas, Gérmenes y Acero” (2), Jared Diamond presenta un amplio y exhaustivo panorama del desarrollo de las culturas humanas a lo largo de quince mil años de historia. La pregunta fundamental que plantea es: ¿A qué se deben las enormes diferencias entre el desarrollo de las diferentes culturas humanas?
La respuesta que plantea es que la brecha se creó originalmente en la transición de una sociedad de cazadores-recolectores nómadas a sociedades agrarias arraigadas, en sociedades específicas (debido principalmente a las condiciones geográficas) que les obligaban a crear una especie de cuerpo social (cuerpo funcional) que permitiera la supervivencia y un nivel de vida más alto.
A la cabeza de estos cuerpos sociales estaban la élite política, la clase dirigente (los reyes) y las burocracias de apoyo (que recaudaban los impuestos), que empleaban a artesanos especializados en diferentes oficios – lo que acabó dando lugar a la formación de ciudades, naciones e imperios enteros.
El excedente de alimentos acumulado por los impuestos podía a su vez mantener a los soldados profesionales. La capacidad de estas complejas unidades políticas para embarcarse en operaciones militares desde la comunidad estacionaria era, con mucho, mayor que la capacidad de un grupo de cazadores para hacerlo. De ahí que, finalmente, las sociedades que formaron cuerpos funcionales superaron a las sociedades de cazadores-recolectores.
“Ese fue el factor decisivo en la derrota final del Imperio Británico frente a la bien armada población indígena maorí de Nueva Zelanda. Aunque los maoríes lograron algunas asombrosas victorias temporales, no pudieron mantener un ejército constantemente sobre el terreno y al final se vieron agotados por los 18.000 soldados británicos a tiempo completo. Los alimentos almacenados también pueden alimentar a los sacerdotes, que proporcionan una justificación religiosa a las guerras de conquista; a los artesanos, como los metalúrgicos, que desarrollan espadas, pistolas y otras tecnologías; y a los escribas, que conservan mucha más información de la que se puede recordar con exactitud.” (2)
Este ejemplo describe el modo en que un Cuerpo Funcional permite la ejecución de tareas, la promoción de procesos y la consecución de objetivos. La historia nos proporciona muchos ejemplos adicionales de procesos en los que diversas formas sociales (socialismo, comunismo, kibutz) actúan como un Cuerpo Funcional para promover diferentes ideas.
La Destrucción del Cuerpo Funcional
En el ciclo de vida de un Cuerpo Funcional hay que señalar dos procesos contradictorios:
- Entrada en una creciente inconsciencia, fijación y somatización (soma=cuerpo) en la que el Cuerpo Funcional se vuelve más fijo, rígido y estancado, con una decreciente consciencia.
- Destrucción del Cuerpo Funcional.
Un Cuerpo Funcional utiliza a personas individuales como si fuesen miembros de un cuerpo de un organismo mayor y, en este sentido, es un cuerpo inmoral, ¡aunque su existencia sea obligatoria! La destrucción del cuerpo funcional es provocada por personas que sirvieron durante un tiempo como miembros de ese cuerpo y que con el paso del tiempo, en lo que parecía haber sido repentino, empezaron a oponerse y resistirse a él.
El proceso de destrucción del cuerpo físico-etérico también podemos encontrarlo en el cuerpo individual de una persona. El papel del proceso destructivo siempre se refiere al surgimiento de la consciencia.
En su libro “Directrices antroposóficas” (Pensamiento guía nº11), así como en otras instancias, Steiner indica el hecho de que el cuerpo astral (cuerpo anímico) y el yo, e incluso el propio cuerpo etérico, destruyen los cuerpos físico-etérico para permitir el surgimiento de la consciencia.
“La autoconciencia que se resume en el “yo” emerge de la conciencia. Y surge cuando lo espiritual penetra en el hombre, haciendo que las fuerzas del cuerpo físico y etéreo los deshagan. En la desestructuración de esos cuerpos se crea un terreno sobre el cual la conciencia desarrolla su vida.” (1)
La consciencia y la autoconsciencia se adquieren siempre a costa de la vida (la base etérica). Un bebé está lleno de vida pero carece por completo de consciencia, mientras que un adulto se vuelve gradualmente más y más consciente, a medida que sus fuerzas vitales disminuyen.
Hay dos tipos de consciencia:
- La consciencia astral (dolor)
- La consciencia del yo (el despertar de la consciencia)
Un cuerpo funcional se desmorona por dos posibles razones:
- El cuerpo ha cumplido su misión.
- Los “miembros del cuerpo” despiertan, se niegan a seguir sirviendo al cuerpo y comienzan a actuar como individuos.
A diferencia de las hormigas y las abejas que desempeñan su papel en el cuerpo funcional instintivamente, los seres humanos son entidades libres, con libertad de elección. En un momento dado, una persona puede rebelarse contra el cuerpo funcional y su esclavitud a él.
Este despertar sirve de amenaza al cuerpo funcional y sus dirigentes, que lo viven como una maldad e ingratitud. Se crea entonces un conflicto entre la cabeza del cuerpo, que se esfuerza por preservarlo, y los “miembros” que desean desmontarlo o cambiarlo.
Todas las revoluciones sociales implican una lucha entre el régimen existente que desea preservar y mantener el estatus político actual y sus subordinados que luchan por el cambio. Todo cambio implica una crisis.
Cabe señalar que no siempre un cuerpo funcional llega a su fin. Hay casos en los que los “miembros”, a pesar de estar insatisfechos con su estatus y aunque son conscientes de su esclavitud, eligen preservar el cuerpo funcional – ya sea por miedo o por comodidad. En tales circunstancias, no se producirá ninguna crisis. Sin embargo, tampoco será posible ningún desarrollo.
Cuando un cuerpo funcional se desmorona, su cabeza también caerá. Las cabezas de los cuerpos funcionales disfrutan de estatus, dinero, gobierno, honor y otros beneficios. Tras la caída, la cabeza del Cuerpo Funcional experimentará sufrimiento y dolor.
El Antiguo Egipto es un ejemplo de un Cuerpo Funcional en el que el rey gobernante se negó a desmoronarlo en la época en la que los israelitas eran allí esclavos.
A pesar de que los gloriosos días de Egipto habían finalizado, el Faraón, el rey de Egipto, se negó a liberar a los israelitas que durante muchos años sirvieron al Cuerpo Funcional bajo su gobierno.
Su caída fue dolorosa y resultó en una gran derrota y en el hundimiento de su ejército en las aguas del Mar Rojo.
La desintegración del Cuerpo Funcional es necesaria para el desarrollo del Yo de los “miembros” del cuerpo, pero también de las personas a la cabeza, ¡ya que un Cuerpo Funcional es inmoral por definición! De ahí que los que lo dirigen deban rendir cuentas y pagar por haber utilizado a las personas como herramientas abnegadas.
Cada vez que se desmorona un Cuerpo Funcional, se liberan energías negativas que se infiltran en el alma y en los órganos vitales y sensitivos del cuerpo físico de la persona que lo encabeza, causándole así un gran dolor.
Desde el punto de vista del karma, esto está justificado. La característica inmoralidad del Cuerpo Funcional requiere rectificación. La voluntad de una persona de asumir sobre sí mismo el sufrimiento mental que él mismo causó es la verdadera rectificación.
Cuando una persona se niega a hacerlo y prefiere culpar a otros de su sufrimiento, este se manifestará como un sufrimiento físico, en forma de accidente o enfermedad. Como la persona que encabeza el Cuerpo Funcional no quiere servirlo, ahora, una vez que la enfermedad ha estallado, tendrá que servir a otro tipo de cuerpo – esta vez, el suyo propio. Esta es realmente la “última parada” antes de la muerte en la que todavía puede rectificar. Todas las energías etéricas y la dicha ligada a ellas, que sirvieron al cuerpo funcional y a su cabeza, estarán ahora al servicio de su cuerpo físico.
Ejemplo biográfico – ‘el Cabeza de la Tribu’:
Alon era el hijo mayor y “aventajado” de una familia de 5 hermanos. El padre de Alon era una persona dominante y dura, con conceptos patriarcales. Toda la familia funcionaba como una tribu unida; con el padre liderando como el “cabeza” y la madre y los hermanos como los “miembros”. Entre los hermanos, Alon era considerado el hermano “bueno, moral y sabio”, al que todos admiraban, mientras que otro hermano era considerado el chico “malo y rebelde”. Este último fue expulsado de la familia durante muchos años. Incluso cuando Alon y sus hermanos crecieron y formaron sus propias familias, se mantuvo la formación tribal. Con el paso de los años, el padre envejeció, enfermó y falleció. Naturalmente, cuando esto sucedió, Alon tomó el relevo como nuevo jefe de la tribu y así el “cuerpo funcional” continuó existiendo unos años más, con Alon como la autoridad inquebrantable para su madre y sus hermanos. Inconscientemente, continuó manteniendo la unidad del cuerpo a toda costa y consiguió evitar su desintegración. Después de los 49 años, como parte de su valiente desarrollo espiritual, Alon descubrió gradualmente los aspectos inmorales de su comportamiento. Reconoció el hecho de que durante muchos años había disfrutado de la posición única del “omnisciente”, el “bueno”, teniendo la autoridad para tomar decisiones por todos los demás miembros de la familia. Se dio cuenta especialmente de la injusticia infligida a su hermano menor, el único que tuvo el suficiente coraje para oponerse a las reglas del Cuerpo Funcional, aunque tuvo que soportar las terribles consecuencias, entre ellas – ser golpeado físicamente por su padre, la humillación y el aislamiento. Alon se dio cuenta de cómo el hecho de asumir el rol de “cabeza del cuerpo funcional” limitaba y retrasaba no sólo el desarrollo de otros miembros de la familia, sino también el suyo propio. Estaba “cautivado” por el rol que había asumido.
En el proceso de liberarse de los viejos patrones, Alon aceptó sufrir – deliberadamente liberó su control sobre los eventos familiares, permitiendo que los miembros de la familia no asistiesen, a diferencia de lo que había hecho antes. Además, se abstuvo de tomar decisiones por su madre y hermanos, y permitió que otros miembros de la familia asumieran un papel más activo, incluso cuando no todo se llevaba a cabo según sus expectativas. No fue un proceso fácil para él, pero le permitió a él y a su familia establecer una nueva relación basada en individuos con un yo propio.
En Conclusión –
Para alcanzar objetivos y conducir la historia hacia delante, los Cuerpo Funcionales deben establecerse primero y perecer después. Sin embargo, a diferencia de un panel de abejas o un hormiguero en la naturaleza, son innatamente inmorales. Su inmoralidad proviene de considerar a las personas de un modo funcional, en lugar de como seres libres con un yo.
Una vez concluido su papel, los Cuerpos Funcional deben desmoronarse. En esta etapa aparece la consciencia astral (dolor), así como la Consciencia del yo (la comprensión del dolor infligido a los demás).
La etapa de consciencia permite un mayor desarrollo, y es kármicamente correcta, aunque implique dolor y sufrimiento.
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- Este ensayo fue inspirado por un taller impartido por mi maestro espiritual, Tzvi Briger, un investigador de la ciencia espiritual. El material proporcionado en el taller ha sido editado y escrito por mí.
Bibliografía
[1] Rudolf Steiner, Directrices Antroposóficas – Editorial Rudolf Steiner, 2022, Page 20.
[2] Jared Diamond , “Guns, Germs, and Steel “– the fates of human societies. pp 91. (1998) WW Norton & Co. Edition.