Por Orna Ben Dor

Traducido por: Nuria Nuñez Pascual

Como en el trabajo de cualquier terapeuta, las situaciones de crisis son una parte central y obligatoria del trabajo del biógrafo. Creemos que el Trabajo Biográfico y la Antroposofía proporcionan una respuesta y apoyo únicos a una persona en crisis. Una respuesta que se proporciona desde una amplia observación, que reconoce a la persona como una entidad corporal-anímica-espiritual, y a través de la comprensión de la importancia de las crisis para despertar la autoconsciencia, el karma individual – y el desarrollo posterior.

Cuando hablamos de una crisis nos basamos en unas pocas premisas:

  1. Cada crisis exige sufrimiento. El tema del sufrimiento está relacionado con la cuestión del desarrollo tanto individual como de la humanidad.
  2. El deseo básico primario y natural del ser humano es evitar el sufrimiento, ya que el sufrimiento causa dolor y a menudo se considera como arbitrario; rompe la secuencia de la vida rutinaria, interrumpe nuestra alegría, y la felicidad que el hombre moderno espera de la vida – como parte de su premisa sobre el propósito de la vida.

“Es natural que, al principio, el hombre reaccione ante el dolor como si se revelase interiormente contra él. Se pregunta por qué tiene que soportar el dolor. “¿Por qué me aflige este dolor? ¿Por qué la vida no está dispuesta para mí de tal modo que no sufra dolor, que esté contento?”

  1. Steiner, Facing Karma, GA 130
  2. En la primera mitad de la vida, la encarnación, una persona no dispone de las herramientas espirituales adecuadas que le permiten investigar de un modo significativo el dolor y el sufrimiento con el que se encuentra en su vida. Es solo en la segunda mitad de su vida cuando estas capacidades se desarrollan como parte de su desarrollo espiritual; como dijo Steiner – “La edad es un miembro”.
  3. Superar las dificultades y el sufrimiento es importante y necesario. Encontrar la razón y el significado del sufrimiento, se consigue afrontando el karma, asumiendo la responsabilidad sobre el destino. El conocimiento emerge del dolor.

Reconocer tal proceso podría proporcionar esperanza y conducir a la persona a otra etapa de su vida, cuyo significado es – convertirse en una mejor persona en el sentido sublime, como parte de su misión de desarrollo espiritual – cuyo pináculo es el desarrollo del amor y la compasión hacia los demás y hacia el mundo en general.

“Sí, es una profunda sabiduría saber que ser una buena persona es una de las tareas más difíciles, y que nada en la vida exige más preparación que la realización de este ideal de ser bueno…”

  1. Steiner, Facing karma, GA 130

La transformación solo tendrá lugar mediante la aceptación y la renuncia. La renuncia creativa se alcanza cuando una persona acepta su destino “habitar la casa que ha construido”.

En la base descrita, la sesión tratará dos puntos centrales:

  1. Primera parte – observación de las dificultades a través de la separación de las fuerzas del alma: pensar, sentir y voluntad. La comprensión de que en la primera parte de la vida la conexión entre estas tres fuerzas es automática y requerida para todas las actividades necesarias para la encarnación de una persona en el mundo, para la construcción de herramientas emocionales, cognitivas y otras – necesarias para la segunda parte de la vida, y para su vocación espiritual. Por lo tanto: este vínculo crea una necesaria, pero no verdadera, interpretación de los eventos y dificultades que una persona se encuentra en su vida. En la segunda parte de su vida: la persona tiene la posibilidad de practicar y desarrollar sus habilidades para separar el vínculo automático entre el pensar, el sentir y la voluntad. Esta separación le permite observar los acontecimientos de su vida y los diversos desafíos, encontrando su verdadero significado en relación a su biografía y karma específico. Esta práctica conducirá a la persona a:

– Un profundo conocimiento de sí mismo, de la relación con las personas cercanas a ella y del período del “Alma Consciente”. Conocerse a uno mismo de este modo significa – reconocer su karma y asumir la responsabilidad de su destino.

– Otro aspecto: gradualmente, a medida que la persona continúa practicándolo, se acerca al mundo espiritual y a las entidades espirituales que subyacen en la infraestructura de los acontecimientos terrenales.

 “Cuando el hombre haya alcanzado esta transformación de su ser, podrá entrar en relación consciente con ciertas fuerzas y entidades suprasensibles, puesto que existe una afinidad entre sus propias fuerzas anímicas y ciertas fuerzas fundamentales del mundo.”

  1. Steiner, “Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores” conf. 9, GA 10

 

  1. Segunda parte – observar el sufrimiento a través de la pregunta; ¿cuál es su papel y propósito?

La fuente del dolor y el sufrimiento que todos padecemos durante nuestra vida suele tener su origen en vidas anteriores. La más elevada aspiración espiritual, que sirve de razón para la encarnación de una persona, es el esfuerzo por llegar a ser mejor, más completa. El karma presenta a la persona lo que la conducirá hacia esa plenitud espiritual, hacia la siguiente etapa en el desarrollo humano – el planeta Júpiter.

Observar el sufrimiento desde este aspecto permite a la persona reconocer a la “persona más sabia” que lleva dentro – que está entretejida en los hilos de su karma, y reconoce el camino correcto de su desarrollo espiritual.

“Y si reflexionamos profundamente sobre la vida en su conjunto, afrontando nuestro karma de la forma indicada en la conferencia de ayer, acabaremos por convencernos de que son nuestras imperfecciones las que buscan los sufrimientos a lo largo de nuestro camino. En efecto, la gran mayoría de los sufrimientos son buscados por las imperfecciones que trajimos de encarnaciones anteriores. Y debido a estas imperfecciones, un ser más sabio dentro de nosotros busca el camino que nos conduce a los sufrimientos. Porque es una regla de oro en la vida que, como seres humanos, tenemos eternamente dentro de nosotros un ser que es mucho más sabio, mucho más inteligente que nosotros mismos. El “yo” de la vida ordinaria tiene mucha menos sabiduría, y si se enfrentara a la alternativa de buscar el dolor o la felicidad, elegiría sin duda el camino de la felicidad. El ser más sabio opera en las profundidades de la vida subconsciente a las que la consciencia ordinaria no llega. Este ser más sabio desvía nuestra mirada del camino de la felicidad superficial y enciende en nosotros un poder mágico que, sin nuestro conocimiento consciente, nos conduce hacia el sufrimiento. Pero ¿qué significa esto: sin nuestro conocimiento consciente? Significa que el ser más sabio prevalece sobre el menos sabio, y este ser más sabio actúa constantemente en nosotros de modo que guía nuestras imperfecciones hacia nuestros sufrimientos, posibilitándonos el sufrimiento porque todo sufrimiento exterior e interior elimina alguna imperfección y conduce a una mayor perfección.”

  1. Steiner, Facing karma, GA 130

 

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